Historia de Amar es Servir

Ministerio Evangélico Infantil Amar Es Servir

Primera parte de la historia

Amar es Servir nace del corazón de Jesús y de su amor hacia los niños, especialmente los niños. Tiempo atrás, cuando me encontraba trabajando como Asistente del Pastor, ahora Apóstol Josué Muñoz, en la Iglesia Central del Príncipe de Paz de Guatemala; desde hace quince años es una de las congregaciones más grandes de nuestro país, logré la organización de la primera Convención Misionera a nivel internacional, donde asistieron líderes espirituales de todos los países del mundo. Agradecí al Espíritu Santo todo su poder, su gloria y su respaldo; fue algo glorioso e inolvidable. Después del evento, regresamos con mis tres hijos: Rosita, Sarita y Freddy a mi lugar de trabajo; y juntos logramos divisar un gran resplandor… Era Jesús en mi oficina, saber que Él estaba llorando y con sus manos extendidas hacia nosotros, inmediatamente, le dije a mis hijos arrodillémonos ante su presencia y, así lo hicimos, era JESUCRISTO EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Le pregunté, no se como lo hice, pues era algo inexplicable para mi corazón, mi mente no podía creerlo, era Jesucristo a quien tanto amo y sirvo con todo mi ser, entonces, le dije: - ¿Jesús, por qué estás llorando?, ¿hice algo que te molestara?, el me dijo: - no, con una voz suave y firme, - sabes hija mía, esta noche todos mis hijos me han dicho: Heme aquí, envíame a mí; pero piensan en lugares muy cómodos, no todos piensan en los lugares donde hay grande necesidad, donde no hay alfombras, en vez de esto encuentras lodo y casas de cartón, casas con plástico y familias cuya pobreza; les hace pensar que los niños no pueden estudiar, que Pedrito será borracho como su papá y por supuesto, Teresa será una niña para la prostitución como su mamá.

Pero, nuestro Padre celestial ya tenía un plan maravilloso para esta comunidad, en la cual, nos mando a trabajar. Lean lo siguiente, es interesante. El Espíritu Santo, seis meses antes a que ésta población pensara en invadir los terrenos del Banvi, que están ubicados al final de la zona 21 de Guatemala City; el Señor ya lo sabia y, empezó a capacitarme en el aérea Bíblica, jurídica y estratégica para cuando ellos invadieran los recibiéramos con comida caliente. Volviendo a la noche que me hablo el Señor, le dije: - ¿Señor a dónde quieres que vaya?, el me respondió: - ¿tú renunciarías de este lugar, de éste imperio que tu haz formado con ayuda de mi Espirita Santo?, yo le dije: -sí, ¿dime qué hago? Luego de un buen tiempo de adoración, regresamos al Templo; seguimos con la Convención Misionera. Cuando finalizó y fue el tiempo de supervisión y evaluación de lo que habíamos logrado, decidí compartir la visión que experimente con Jesucristo, expliqué a mis Lideres y Pastores la decisión que había tomado de dejar mi Liderazgo en la Iglesia y continuar trabajando dentro de la obra de Jesucristo pero en el área de los niños; específicamente en lugar, que el Espíritu Santo me había mostrado en la Visión; un lugar pobre, un lugar lleno de lodo, donde los niños necesitaban comida, zapato, ropa, su alimentación y sobre todo instruirlo en la Palabra de Dios; enseñarles que solo a través del camino de la verdad y de la vida, podemos alcanzar el progreso; y juntos poder, ayudarnos a construir un futuro brillante, donde se ame a Dios, nos amemos a nosotros mismos, amemos a la familia y sirvamos a nuestra comunidad y por ende a su familia completa. A los seis meses, de estar preparándome en oración, en ayuno; frente a mi casa estaba un cerro grande, una montaña y al salir al patio de mi casa, una mañana el Espíritu Santo me indico: - dile a esa montaña que se quite de ahí enfrente, empecé a orar eso fue en el año 1994 al final, en los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre.

En el año siguiente, seguí orando y atendiendo con amor a mi familia. Ya no trabajé en la Iglesia Príncipe de Paz, me estuve preparando en mi hogar. En Junio de 1995, en una tarde que me dirigí a comprar pan, empecé a caminar cerca de este cerro y vi a niños y niñas jugando dentro del lodo a hombres acarreando pedazos de madera; en fin, un movimiento raro, entonces pregunte a los niños: - mis preciosos que esta pasando en este lugar, ellos me contestaron: - es que mis padres están invadiendo este lugar, y doña Lety o sea, la Líder sindicalista de este movimiento le dijo a mi papá sí que nos traslademos de inmediato, para conservar nuestro terreno. OK. Les pregunte: - ¿ya almorzaron?, ellos contestaron que no, - mi mama no tiene leña, otros niños me dijeron hay mucho lodo y no podemos juntar fuego. De inmediato comprendí que éste era el lugar, el cual, me había indicado el Señor. Desde entonces empecé mi trabajo, con amor, con esfuerzo y mucho entusiasmo.

La cantidad de niños que se encontraron cuando llegué era de 12 niñas y 8 varones. Todavía los recuerdo como si hubiese sido ayer. Sus nombres: Gerson, Alex, Bayron, Josué, Moisés, Adolfo, Tony, Armando, las niñas Heydi, Azucena, Elena, Betty, etc. Lamentablemente, a uno de ellos, Josué, lo mataron en agosto del año 2010, por la violencia que ahora opera en este Asentamiento, Nuevo Amanecer. No todo es malo ya que, la gente del lugar, al observar que empecé a llevar su desayuno, su almuerzo, tres veces a la semana, ellos me dieron la oportunidad de designarle un nombre a este lugar, el nombre que me dio el Espíritu Santo fue Nuevo Amanecer, porque en Cristo tenemos la oportunidad de un Nuevo Amanecer.

Empecé mi labor con alimentar a 20 niños un sábado por la tarde. Luego, el día lunes, llegaron 30 niños, empecé la misión junto con el esfuerzo y apoyo de mi familia. Es increíble, cuando llevaba una semana ya tenía 60 niños. Vi la mano poderosa, la mano de provisión de nuestro Padre Celestial; ya que, en los meses de capacitación con el Espíritu Santo, nuestro Padre celestial, me hablo y me dijo: - hija mía, en este trabajo no temas, yo soy tu padre proveedor, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia, yo te enviaré ángeles para que te ayuden, mandaré ángeles para que te provean de todo lo que tu necesitas, te enviaré ayudar del Norte, del Sur, del Oeste y de todas partes del mundo.

Y saben, llevo viendo durante 15 años la provisión extraordinaria y sobreabundante de mi Padre celestial, Él es Jehová Jireh, Jehová nuestro Proveedor.